En México, todo empezó por ahí del año 1839 a tan sólo seis
meses de haberse inventado, el daguerrotipo, el antecesor de la fotografía,
llegó al continente americano, desembarcando en el puerto de Veracruz, donde
por primera vez dibujamos una imagen con luz y ese honor correspondió al
convento de San Francisco. Desde entonces, la fotografía creció sobre los
paisajes mexicanos, inmortalizando inclusive a las familias que buscaban
prevalecer en el tiempo.
De este modo, abrieron diversos estudios fotográficos en las ciudades más importantes del país, a donde solo iban los personajes más acaudalados para hacerse retratar, pues su costo era muy elevado. Dichos estudios eran localizados principalmente en la zona centro. Mientras que personajes extranjeros, como John Lloyd Stephens, Frederich Catherwood, Desirée Charnay y Theodore Tiffereau, llegaron a México para hacer tomas de paisajes de ruinas precolombinas, vistas de la ciudad y hechos bélicos.
El daguerrotipo fue utilizado en México principalmente de
1840 a 1847, pero perdió popularidad con la llegada de otras técnicas de
realización: el ambrotipo y el ferrotipo utilizados básicamente entre los años
de 1848 y 1860, que gracias a sus bajos costos fue posible que las clases
populares tuvieran acceso al retrato fotográfico.
Durante el porfiriato, la fotografía logró destacarse sobre
los otros tipos de arte, ya que la multirreproducción fungió no sólo como
recurso publicitario de varios usos sociales, también como método de
seguimiento para la construcción de puertos, del Ferrocarril Nacional y de
ciertas zonas geográficas distantes de la capital. Eventualmente, fotógrafos
extranjeros, como Abel Briquet, Charles B. Walter, W. Scott y William Henry
Jackson, comenzaron reproducir una visión del folklore mexicano que estaba
prohibida: la de los indígenas.
La visión folclorizada que de los indígenas tenía el
porfiriato también fue extendida con el retrato de los tipos físicos, y fue
Ibáñez y Sora uno de sus mejores realizadores. Este género costumbrista
idealizaba y descontextualizaba a los personajes y tuvo un gran auge en el
extranjero.
Por otro lado, la fotografía de temas arquitectónicos
encontró en Guillermo Kahlo a uno de sus más destacados representantes, y en
Hugo Brehme el paisaje cobró un aspecto bucólico de gran calidad. Sin embargo,
el retrato comercial continuó siendo el género por excelencia durante este
periodo.
Lo bueno es que existen acervos fotograficos del Mexico del siglo XIX y principios del siglo XX.
ResponderBorrar¡Muy interesante!
ResponderBorrarHoy en día, gracias a la fotografía podemos conocer sobre distintos hechos que ocurrieron hace ya algunos años, e incluso nos ayuda a saber más sobre nuestra cultura y antepasados.
Sí, la fotografía ha sido de gran importancia para conocer sobre la historia de los lugares además de su cultura.
BorrarIncreíble saber que la fotografía en esos años pudiera capturar eventos históricos
ResponderBorrarClaro, es muy interesante cómo la fotografía ha ayudado a través de ella a conocer acerca de la historia.
Borrarme parece muy interesante saber de la fotografía, y todo aquello que ha recorrido.
ResponderBorrarMe agrada saber que es de tu interés, además de lo que ha recorrido es interesante saber lo mucho que aporta para el conociemiento cultural de cada región.
Borrares interesante saber sobre la evolución de la fotografía, todos aquellos hechos que ocurrieron y aprender mas sobre eso
ResponderBorrarSi, es de gran importancia la fotografía para poder conocer sobre la historia.
BorrarEs muy interesante este tema y considero importante conocer sobre el ya que nos ayuda a conocer más la historia
ResponderBorrarAsí es, es increible como la fotografía ha ayudado a conocer y a ver a través de ella muchos eventos históricos importantes.
BorrarLa fotografía es un tema interesante de leer, sin embargo el enfoque que se toma en México lo es aún más. En lo personal me pareció bastante completo y fueron de mi agrado los subtemas que abarco.
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